¿Qué hacemos con los panetones?
Advertencia: esto es ficción cualquier parecido con
la realidad es solo casualidad.
Llegó temprano a la oficina como de costumbre,
pero ya la tarde anterior se había enterado: como nunca habían ordenado retirar
los panetones. ¿Qué dirá el jefe? ¿Se habrá enterado? Recordó la conversación
con Daniel –su jefe– hace tres meses.
–¡Gómez! ¡No puede ser! ¡Tanto ha subido el costo
de los panetones! –Daniel sorprendido y contrariado.
–Sí, se ha incrementado 35%
–Para colmo tenemos nuevo gerente y quiere hacer
mérito, ¡no puedo darle esas cifras!
–Subió el dólar, la inestabilidad política, la
pandemia, la inflación…–Gómez lo tenía claro.
–¿Me crees cojudo? ¡Claro que sé todo eso! Pero
¡no podemos subir tanto nuestros precios! ¡El año pasado la competencia nos
ganó en precio y vendió más!
–Pero esos son los costos que nos envían los de
planta ¿me busco otro proveedor?
–Sí, averigua otro proveedor y amenaza con irnos,
no sé cómo haces Gómez, pero baja el precio por lo menos 5% con tanta
competencia no podemos subir tanto.
Después de averiguar Gómez llegó donde Daniel con
malas noticias:
–Jefe, todas las plantas están copadas y nuestro
proveedor dice que le demos la orden de compra dentro de 24 horas pues tienen
mucha demanda.
–¡Se botan pa concha! ¡No sabes negociar carajo!
¡Mira y aprende! –tomó el celular y llamó al gerente del proveedor. Puso el
altavoz.
–¿Aló? ¡Rafito! ¿Cómo estás hermano?
–Hola Daniel ¡Qué gusto! ¿Cómo estás?
–Aquí viendo los precios de los panetones, 35% más
es mucho pe hermano.
–Tienes que comprender Daniel que la inflación, la
crisis de los conteiners, el aumento del combustible, la inestabilidad
política, el precio del dólar ¡han hecho que todo suba! Y para colmo el
presidente no puede elaborar ni una frase que calme la cosa, ¿sabrá hablar?
–Pero ¿no podemos hacer algo hermano? Mira que el
año pasado la competencia nos cagó con el precio, ¿cómo pudo sacarlo tan
barato?, ¿cómo hace?
–Te voy a explicar con un ejemplo simple: si
quieres bajar el costo de la leche ¿qué haces?
–Supongo que le meto agua.
–¡Muy bien! Para el caso de los panetones y
algunos productos alimenticios como helados y galletas le agregamos aceite
vegetal hidrogenado mejor llamado grasas trans. Éstas aumentan la estabilidad
de los productos, dan más volumen, no alteran el sabor y son baratos, de manera
que nos bajan los costos manteniendo el sabor.
–¿Y esa vaina es sana?
–No tanto, aumentan los triglicéridos y el colesterol
malo, pero no está prohibida todavía por acá, la idea es agregarle un poco más
y bajamos 10% de los costos.
–Pero ¿y si nos descubren?
–Es poco probable, aquí nunca analizan nada, hay
que aprovechar pues la tendencia es que se prohíba, fijo que en un par de años
estará prohibido su uso.
–Pero ¿y no le afecta al consumidor?
–Nadie come tanto como para que le afecte, así que
si quieres te preparo así, y te bajo 10% del precio. ¿Me pones la orden de
compra? Tenemos en cola varios clientes potenciales
–Okey hermano, no hay otra, nos vemos muchas
gracias –Rafa cortó.
–¿Vistes Gómez? ¡Así es como se negocia! ¡Aprende pe!
¡Toda la vida no voy a hacer tu chamba! –Gómez se quedó pensando: “una más para
mi libro”.
2
Mientras, en la Oficina Nacional de Protección al
consumidor se estrenaba nuevo jefe, las críticas llegaban de todos lados y eran
coincidentes: “el cargo le quedaba grande”. Llamó al jefe del partido un
reconocido médico provinciano, ex presidente regional y sentenciado por corrupción.
–Buenos días doctor.
–Buenos días, antes que nada, quiero felicitarte
por tu merecido cargo, los parabienes en tu gestión.
–Gracias doctor, pero ¿ha visto como me dan con
palo en todos los medios?
–No te preocupes, más bien quiero alcanzarte una
idea que te va a traer puntos.
–Bienvenida la idea doctor.
–Mira, la empresa que apoyó a la candidata rival
es la que produce la mayor cantidad de grasas trans en forma de mantecas
industriales, les fregamos el negocio si te haces un análisis de cantidad de
grasas trans en los productos, en especial los panetones, fijo que nos vamos a
llevar sorpresas y para el próximo año van a bajar sus ventas.
–Doctor, ¿y qué es eso de grasas trans?
–No creo que entiendas si te explico, tu solo
implementa la campaña de análisis con tus técnicos. No pienses mucho, tú no
eres para eso, has lo que te digo nomás y verás.
3
Gómez se acercó con miedo a la oficina del jefe.
–Hola Gómez, ¡nos cagaron! Supongo que ya te
enteraste.
–Sí jefe. ¿Y ahora? ¿Qué hacemos con los
panetones?
–Y para colmo ni mencionan a la competencia.
Bueno, bueno, llámate a Rafa y pídele que te mande unas diez cajas de panetones
de baja cantidad de grasas trans, embolsadas con nuestra marca por supuesto,
después los mandas a analizar a unos tres laboratorios, con los resultados
hacemos un comunicado y metemos presión en los medios, ¡tenemos que salvar el
año!
Pasaron los días y Gómez recibe los resultados de
los análisis, los lee. Se alegró. De inmediato va donde el jefe Daniel.
–¡Buenas noticias jefe!
–Sí, los cagaron también a los de la competencia,
pero eso no nos salva el año Gómez, ¡mal de muchos consuelo de tontos!
–No me refería a eso jefe, llegaron los resultados
de los laboratorios. ¡Los panetones tienen prácticamente cero de grasas trans!
–el jefe lejos de alegrarse puso una mano en la frente y puso la cara como si
sintiese un dolor –¿Qué pasó jefe?
–Ese Rafa es un huevón, ¿cómo se le ocurre
mandarnos panetones sin grasas trans? O sea que de estar por encima del límite
máximo ahora pasamos a cero, ¿quién lo va a creer?
Gómez pensó que tenía una más para su libro, salió
de la oficina del jefe, no soportaba verlo llorar.
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