Profundidades superficiales

Eran épocas de estudio en la Universidad de San Marcos y a Mary, mi enamorada de aquella época le pedí para después de clases  me acompañe a hacer un trámite notarial  a una oficina en el centro de Lima. Gustosa me acompañó, pues siempre es agradable caminar  por las viejas calles limeñas. Pero eran los 80´s, una época dónde dos grupos terroristas: Sendero Luminoso y el MRTA desolaban el país con atentados semanales y ya habían llegado a Lima. La notaría quedaba en la av. Emancipación. Estábamos en una sala de espera, cuando me llaman, ya no recuerdo con exactitud el trámite,  rápidamente le encargué a Mary que me cuide la mochila la cual dejé en el asiento a su costado. Ya cuando me estaban entregando los papeles dando por culminado el trámite, suena una sirena y por altavoces desde afuera piden que de inmediato desalojemos el edificio pues había amenaza de bomba. Con el corazón en la boca corrí hacia la calle donde encontré a Mary. - ¿Y mi mochila? - ¿Tú mochila? ¿no la ti

Una querida amiga me envió por Whatsapp una de esas famosas cadenas para ayudar enfermos, y le respondí como siempre respondo que no creo en cadenas.Caí en la cuenta la cantidad de ellas en redes sociales y correos electrónicos muchas cadenas que apelan a tu sensibilidad social, tu necesidad económica o a tus miedos religiosos. Esto me hizo recordar a cuando estaba en 5to grado de primaria, tendría entre diez u once años y me llegó en forma de carta una cadena de San Judas Tadeo que por un lado te prometía los más grandes milagros si eras obediente y la multiplicabas, pero en caso de no seguirla te amenazaba con los más grandes castigos en incluso te ponía testimonios que demostraban su divina eficacia. El gran problema de aquella época era que no habían a la mano fotocopìadoras, ni computadoras, y menos impresoras y si no querías sufrir los terribles castigos, tenías que reproducir más de cien cartas a mano. Molido y asustado con apenas un par de horas de sueño llegué al colegi

Entusiasmado por el tema olímpico empecé a ver su desarrollo por las cadenas de cable Fox Sports y ESPN. Veía el partido de fútbol entre Brasil e Irak, que me resultaba entretenido cuando se interrumpió la transmisión porque el elenco argentino de voley iba a jugar. Bueno no me incomodó pues  habiendo Fox 1,2,3 etc y ESPN 1, 2, 3, etc de seguro continuaría viendo en otro de ellos. Pero la sorpresa desagradable fue cuando en el otro canal el equipo argentino de basquet iba a empezar a jugar, en el otro canal de la misma cadena la señal del voley argentino nuevamente y en el otro el tenista argentino Del Potro jugaba, la misma situación tanto en Fox Sports como en ESPN. Un monopolio argentino de transmisiones olímpicas. Producto de la insatisfacción que me produjo me descubrí deseando la derrota de cuanto deportista argentino compitiera, fue increíble. Injusto monopolio y justificada mi piconería olímpica. Digo, al fin y al cabo soy un simple humano.

Hace poco acabamos de finalizar un proceso electoral en Perú. El país se polarizó entre el candidato que a la postre ganó Pedro Pablo kuczynski (PPK) y Keiko Fujimori hija del ex dictador Alberto Fujimori. En gran parte de la campaña los partidarios de PPK acusaban de ser un peligro para la democracia el hipotético triunfo de Keiko, pero conversando con los que simpatizaban por su opción, poco les importaba el mantener la democracia, más bien, siendo una dictadura lo ven más práctico para poder solucionar uno de los principales problemas que aqueja al país: la seguridad. El formar grupos paramilitares que hagan rápida justicia con los delincuentes es su gran sueño, acaso por remota influencia monárquica que la biblia se encarga de difundir dónde el rey, entendido para estas s épocas el presidente se encarga de impartir justicia. Sabida es la historia del Rey Salomón dónde se ve que imparte justicia directa y práctica. El sistema actual nos muestra una lentitud y una extraña forma de

El periodismo en sus múltiples medios nos difunde la serie de problemas que trae el narcotráfico tanto en el Perú como en el mundo. Las autoridades no tienen más idea que combatir con represión. Han pasado décadas y tercamente repiten una y otra vez lo mismo sin llegar a ninguna solución. Leía la novela de Mario Vargas Llosa "El Sueño del Celta", y en la obra nos menciona la época del boom del caucho y los abusos que cometía la Peruvian Amazon Rubber Company empresa de Julio César Arana. El fin de esta época de prosperidad empresarial de Arana se concretó con la invención del Caucho sintético. Este hecho aparentemente no relacionado nos trae a reflexionar sobre el actual boom del consumo de cocaína en especial por parte de la población de países desarrollados económicamente. La ley del mercado, de la oferta y la demanda se impone sobre sanciones, leyes, represiones, etc. El problema es claro: mientras haya demanda y sea negocio, el narcotráfico continuará valiéndose de to

En Perú estamos en época electoral a poco tiempo de elegir congresistas y presidente, y los candidatos hacen esfuerzos para que sus propuestas y promesas lleguen a la gran mayoría. Uno de ellos es acusado de plagio en sus tesis de maestría y doctorado, creando indignación en especial a sus competidores y al periodismo. Esta situación donde la palabra copiar se menciona como dañina me trae a la memoria las bondades del copiar. Miguel Angel Cornejo mencionaba en sus conferencias como el Japón superó una de las más grandes crisis de su historia después de la II Guerra mundial y fue copiando de los mejores del mundo. Contaba que se lanzaron solos a construir barcos y cuando pusieron al agua el primero éste se hundió. Ante tremenda verguenza decidieron averiguar quien era el mejor fabricante del mundo, lo contrataron para que les enseñe y hoy Japón es de los mejores, sino el mejor fabricante de barcos y creador de tecnología. Descubrieron que deberían iniciar cualquier actividad copiand