Entradas

Mostrando entradas de julio, 2012

Los extraordinarios remedios de mi tía Irene

Imagen
Cuando tenía 16, años mis amígdalas andaban de infección en infección. Recuerdo, hasta me perdí el viaje de promoción al Cuzco por estar en cama alimentado por via sanguínea ante la imposibilidad de tragar. Un médico me las quería operar y otro -familiar y de toda confianza- en segunda opinión me alertó que los que operan amígdalas son parte de un gran negociado. Andaba fastidiado por ello, cuando una de mis queridas tías -hermana de mi madre- me hizo un comentario que resultó trascendental para mi salud: "¿Así que te molestan las amígdalas? ¿Sabes como se curan? ¡Hazte "toques" con un hisopo remojado en jugo de limón a temperatura ambiente". No perdía nada con intentarlo, aqui en Perú los limones son abundantes y económicos. Pero tanto me fastidiaba la infección que me ponía de mal humor hasta el punto de odiar a los microbios que siendo pequeños me traían tantos problemas. Revisé las amígadalas al espejo, ya me había vuelto especialista en mostrarlas pegando ad