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Mostrando entradas de febrero, 2022

No era tóxica, ¡sabía toxicología!

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  Ante la pandemia por el virus SARS-COV-2 poco a poco mediante el resultado del trabajo científico se va aprendiendo más, pero en ese ínterin empiezan a pulular por redes gran cantidad de teorías conspirativas e inspiradoras soluciones mágicas sin ninguna evidencia ni la rigurosidad del método científico. En ese contexto apareció el dióxido de cloro como panacea, los que lo defendían apelaban a una extraña lógica que confundía la limpieza de superficies con los compuestos químicos que se utilizan como medicina. Desde la aparición del WhatsApp se han formado grupos de amigos de las más diversas épocas de la vida: del colegio, la academia, el instituto, la universidad, los trabajos, etc. En el grupo de la universidad el debate estaba candente, por mi parte que con los años me he vuelto escéptico en casi todo aspecto, me inclinaba por los que no aceptaba (ni lo acepto) al dióxido de cloro como medicina. Los dejé discutiendo y me fui donde Wilfredo más conocido como Willy “el mecá

¿Qué sienten los que duermen en cuidados intensivos?

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    El verano llegó a Ventanilla donde todo es sol y alegría. Después de 2 años de pandemia por la infección que provocó el SARS-COV-2 por fin gracias a la vacunación masiva, la fiesta en la playa volvería al distrito. Pero ocurrió lo impensado: la empresa Repsol nos contaminó el mar con miles de barriles de petróleo. Ahora el ventanillense tendrá que buscar otras opciones de playas más lejanas, quizás por ello el especialista local en radiadores ardía no solo por el sol inclemente sino por el trabajo sin pausa, el radiador de mi auto necesitaba su auxilio urgente para que el motor pase fresco el verano En un organizado canchón en la auxiliar de la avenida Néstor Gambeta, entre la polvareda del viento marítimo casi fresco, podemos encontrar diversos negocios automotrices: un lavadero de autos, especialistas en frenos, suspensiones, planchadores, pintores y por supuesto a Willy el “radiadólogo”. Habría que esperar, cuatro vehículos antes que el mío. Provecho Willy. Pero en ese esperar