Arenas movedizas de información

 

Un amigo y excompañero en la facultad de química de la universidad de San Marcos, me llama para preguntarme sobre algún secreto para disolver en agua el lauril éter sulfato de sodio, más conocido por el nombre comercial de Basf como Texapon.

Recordé que ese problema ya lo tengo resuelto hace algunos años atrás, le expliqué el método, pero decidí fundamentar la explicación con el documento de donde saqué la información que no era más que la hoja técnica del producto. 

Al hacer la búsqueda me di con la sorpresa que tal documento ya no era fácil de hallar. Proliferaba una hoja técnica simplona pero efectiva para la documentación que muchas veces se exige como complemento para respaldar normas de calidad. Casi todas las fábricas habían copiado aquella hoja técnica suficiente para la norma, para el protocolo formal, insuficiente para el curioso, para el que necesita trabajar con el producto o crear novedades.

La hoja técnica original, con valiosa información, había sido desplazada por la popular, corta y simple. Y así está sucediendo en todos los aspectos del conocimiento en las redes, lo popular, lo que la gente gusta escuchar, los mitos, predominan, sin contraste, ni verificación, sin corroboración práctica o científica. Suelo ser en los grupos el pincha globos que desmiente frases, creencias, pseudociencias, pseudohistorias, ya en más de un grupo me han calificado como contreras, porque mi curiosidad me hizo recorrer antes esos caminos y quiero compartir las fuentes para fundamentar, fuentes que cada vez están más sumergidas, más escondidas por la irrupción de las arenas movedizas de la falacia, lo incompleto, lo simple: el facilismo popular.


Comentarios

Entradas populares de este blog

La Granja Humana

El secreto de las cartas inspiradas

Conchatel, su cooperativa de confianza