Encuentro en la escalera
Desde
que leí el libro de metafísica de Connie Mendez estoy casi convencido que la
mente tiene un poder. En mis periplos por la ciudad ya sea visitando amigos o
buscando clientes, me cruce por la casa de los padres de un gran amigo
dela universidad. Recuerdo largas charlas con ellos disfrutando anécdotas de
toda índole. Los añoré tanto que en ese momento tuve el deseo mental de volver
a verlos. Bien, pasaron más o menos 4 días, estaba en un centro comercial,
bajaba por la escalera eléctrica cuando con el rabillo del ojo los veo. De
inmediato di media vuelta y dándole la contra a la escalera empecé a subir. Al
comienzo realicé esta tarea sin problema pero al llegar a la cima resbalé,
teniendo que gatear para no perder la posición. Mis amigos ya me habían ubicado
al igual los demás transeúntes que rodeaban la escalera para ver con mayor
precisión mi hazaña. Al ver que la velocidad de mi gateo era la misma que la
velocidad de la escalera decidí rodar hacia un costado para salir del círculo
vicioso al cual me había involucrado. Lo logré. Cuando menos pensé ya había
dejado atrás la escalera y yacía boca arriba en el piso anterior a ésta. Me dio
un poco de vergüenza el ver la gente que cual coliseo me quedó mirando, incluso
vi gente de seguridad que narraban los hechos por sus radios. Mantuve la calma,
me levanté y cual si no hubiese pasado nada caminé hacia mis amigos y saludé
emocionado:
-
Después de tanto tiempo ¡que alegría verlos!!!- Casi te has accidentado por saludarnos. - Nooo, así soy yo de contreras, así como en varios temas le doy la contra a las opiniones consideradas normales, así de vez en cuando me gusta subir por la escalera de bajada, y eso que no me han visto bajar por la de subida es otro espectáculo imperdible.
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Comentarios
Jajaja, valió la pena.