Tiempo Prudencial


Las veces que me ha tocado asistir a una boda, encuentro una constante una muletilla en los discursos de felicitación y es el pedido de pronta prole, la influencia del viejo “creced y multiplicaos” bíblico.
No obstante, pese a lo popular de la creencia en la sabiduría de estos consejos bíblicos cada vez son más frecuentes las separaciones de parejas con poco tiempo de casadas o convivientes. Lo lamentable es que sus niños quedan en medio de una batalla entre los otrora cónyuges.
Hace algún tiempo el Dr. Fernando Maestre médico y sicólogo, ya fallecido, tenía un programa radial en Radio Programas del Perú llamado “Era tabú”. Me gustaba mucho escucharlo pues se aprendía mucho sobre los vaivenes sicológicos del humano y más, relacionándolos con la sexualidad.
En uno de esos programas se invitó a una sicóloga que planteaba el no tener hijos de inmediato realizarse el matrimonio o convivencia. Manifestaba que se necesitaba un tiempo de afianzamiento y conocimiento de la pareja en convivencia para ya con la seguridad y estabilidad respectiva “encargar” la prole. Incluso decía que debía tomarse como si la pareja misma fuera el primer hijo.
Cada vez que me voy a un matrimonio a la hora de las palabras, manifiesto este concepto, y me tengo que enfrentar a la “sabiduría” religiosa del refrán supuestamente “divino” de “creced y multiplicaos” que a mi juicio hace tanto daño a la vida en pareja y al bienestar de las familias.
Lamentablemente hago la búsqueda por internet pero no encuentro más que expertos en “soluciones” a como sobrellevar separaciones con hijos, pero de ninguna manera este consejo que va hacia la causa del problema: la irresponsable procreación irracional sin un tiempo prudencial de afianzamiento de la pareja.  Es como si en un afán de sumar negocios se quiera mantener el problema para dar trabajo a los expertos en dar soluciones, además de fomentar la multiplicación para de acuerdo a la ley económica de oferta y demanda asegurar un futuro de mano de obra a bajo costo.

Comentarios

esteban lob ha dicho que…
Efectivamente, Jorge. En nuestros tiempos la gran cantidad de separaciones al poco tiempo de casados es elocuente. Por cierto los hijos pagan las consecuencias, quedándose en forma prematura sin la compañía de uno de sus padres. Haría falta contar hasta 10 antes de casarse o "descasarse", pero los adultos parece que muchas veces carecemos de sentido común y de templanza.

Saludos australes.

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