El Cristo Moreno


Escuchaba una canción del grupo peruano Fiesta criolla con su vocalista el gran Panchito Jimenez llamada Lima de octubre donde narra toda la tradición de esta gran fiesta católica que es la del Señor de los Milagros. Esta tradición según cuenta la historia data de siglos atrás cuando un esclavo angoleño dibujó sobre una pared la imagen de un cristo pero de raza negra. Un fuerte terremoto destruyó casi toda la ciudad quedando en pie la imagen del Cristo de Pachacamilla cuya réplica sacan en procesión todos los octubres y algunos días de noviembre. La devoción es tal que mucha gente se ve por las calles vestida de morado como agradecimiento a algún milagro concedido. Pero en paralelo con la procesión central que sale del templo de las Nazarenas en pleno centro de Lima, en muchos distritos y provincias del Perú, e incluso en el extranjero salen procesiones de igual número de réplicas del cristo moreno.
En Ventanilla, distrito del Callao al norte de Lima que es donde vivo no es la excepción y es un privilegio para quienes tienen devoción el que la imagen pase frente a tu casa y más cuando la imagen para frente a tu misma casa cosa que hace más o menos 1 vez cada dos cuadras. En mi caso con mi familia no somos devotos del Cristo moreno pero si observamos la fe con respeto. La cosa se puso candente pues entre las vecinas tenían que decidir en cual casa se iba a parar la imagen. Entonces lo único que estaba claro es que frente a la nuestra no tenía que ser, pues los demás nos ganaban por goleada en devoción. Allí se armó la tole tole, pues empezaron a sacar los trapitos al sol de todas las naturales debilidades y merecimientos que tenían para recibir el honor. Todos venían a casa a quejarse y exponer sus motivos por considerarla punto neutral. Los cargadores de la imagen estan muy organizados y coordinan con las cuadras dónde van a parar para el debido homenaje.
Aquel día se observan alfombras de flores, arreglos, viandas y todo un ambiente festivo ante la llegada de la imagen, cuando cruzó la esquina se oían los cánticos y la banda . Habían mesas por toda la cuadra a manera de altares con réplicas de la imagen, me sentía intrigado por saber donde la cofradía de cargadores había decidido parar y dar el honor de tener la imagen por más tiempo. Intrigado miré por la ventana y para sorpresa mía paró frente a mi casa y todos le rindieron homenaje aquí frente a mi puerta, queríamos salir a visitar a la familia que vive al otro lado de la ciudad pero no nos quedó más que esperar a que la imagen se vaya y rendirle un silencioso homenaje, aunque muchas vecinas que ya no se hablaban por las riñas y devotos jaloneos hacia la imagen, limaron sus asperezas gracias a aquella parada en este su humilde punto neutral de devoción.

Comentarios

Gabriela Palomino ha dicho que…
Un abrazo Jorge y gracias por acordarte siempre...Se me ocurre que lo que sucediò con la imagen del señor de los milagros podrìa ser una señal para tu agnostico corazòn.

Dos abrazos màs.

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